viernes, 15 de marzo de 2013

ESPECIAL: El asesinato de Julio César

Hoy es un aniversario muy importante, se trata del asesinato de Julio César. Me gustaría haber podido avanzar más en la Historia, y publicar hoy la entrada referente al complot y posterior asesinato de César, pero mis obligaciones académicas no me permiten ir más rápido. Por lo tanto, daré ahora un pequeño adelanto, como un pequeño espoiler de lo que contaré más adelante.



Como ya recordarán, nos quedamos en el año 53 a.C., pues avancemos un poco hacia el año 44 a.C. Julio César entonces había sido nombrado dictador vitalicio, tras haber ganado la guerra civil contra Pompeyo y los partidarios republicanos. No obstante, no había acabado con sus enemigos. Tras la batalla de Farsalia, fueron capturados Bruto y Casio, pero César decidió perdonarles y regresaron a Roma. Una vez allí, no contentos con la dictadura de César, urdieron un complot con otros senadores. El día escogido fue el 15 de marzo. Los conspiradores acudieron al Senado con dagas ocultas. Y cuando llegó el momento oportuno, uno de los senadores le asestó una puñalada, tras él, el resto se lanzó contra César y le acribillaron a puñaladas, en total fueron 23, de las cuales sólo una fue mortal.


Así fue como uno de los hombres más influyentes de la Historia fue asesinado. Es el riesgo que conlleva tener el poder absoluto. Algunos piensan que César pretendía convertir la República en una Monarquía, otros que simplemente deseaba reformar la República para eliminar la corrupción que en ella se había instalado, y volver después a la normalidad democrática. El caso es que es algo que nunca sabremos. Sólo podemos analizar su gran genio militar, y las reformas que hizo. Lo que sí sabemos es que su acto fue totalmente contraproducente, ya que al final el sobrino de César, Octavio, estableció definitivamente la transición de República a Imperio.


Este asesinato además, influyó en la Historia más de lo que podamos pensar, ya que justo después de aquella fatídica sesión del Senado, César tenía pensado marchar hacia Iliria, donde tomaría el mando de un ejército para conquistar Partia (Persia). Probablemente habría ganado la guerra, y el Imperio Romano y su influencia serían más grandes de lo que en realidad han sido.


Por último, les dejo un enlace de Youtube donde resumo la vida de César. ¡Saludos!



domingo, 3 de marzo de 2013

El ataque de César

Este año, 53 a.C., César prevé un levantamiento de la Galia, al estilo del año anterior. Por lo cual decide anticiparse a los acontecimientos. Los tréveros aún no estaban pacificados, y enviaban emisarios a los germanos pidiéndoles ayuda contra César. Por otra parte, los pueblos de los nervios, menapios, senones y carnutes hacían preparativos para la guerra. Por no hablar, de Ambíorix, que seguía instigando a su pueblo, los eburones, contra los romanos.

En primer lugar, César se dirige a territorio de los nervios, y tras devastar y saquear sus tierras, éstos se rinden. Posteriormente marcha hacia territorio de los senones y los carnutes. Nada más llegar, piden perdón a César y se le someten, César, por intercesión de los heduos, decide perdonarles. Tras esto, se dirige a tierras de los menapios, y logra su rendición.


Mientras, Labieno supo que un contingente de tréveros se dirigía a su posición con ánimo de atacarle. Antes de que eso sucediera, tuvieron noticia de que César estaba llegando para ayudar a Labieno, lo que les hizo desistir del ataque. Se refugiaron en un campamento y esperaron la llegada de los refuerzos germanos. Labieno vio aquí una buena oportunidad y salió en su busca. Acampó a poca distancia de los tréveros, aunque no podía atacarles por estar en situación desfavorable, y además los germanos estaban a punto de llegar, por lo que puso en marcha un plan. Fingió que re retiraba. Esto les animó a los tréveros para atacarle. En seguida, los romanos se dieron la vuelta, y lucharon en condiciones muy favorables, lo que hizo que sus enemigos tuvieran que huir precipitadamente.

Al fin, llegó César y ante esta situación decidió volver a cruzar el Rin. Para lo cual construyó un nuevo puente. Al llegar al otro lado, los ubios dijeron que no habían enviado refuerzos a la Galia. En realidad fueron los suevos, y César fortifica un campamento cerca de su posición. Los suevos se retiran, adentrándose en los espesos bosques de Germania. Tras lo cual, César regresa a la Galia, y se dirige a atacar a Ambíorix, que estaba reuniendo tropas.

Ambíorix se encontraba acampado en un bosque, cuando fue atacado por la caballería de César, y sus soldados se dispersaron en todas direcciones. Ambíorix también logró escapar y se ocultó en territorio de los eburones. César marcha allí y dado que los enemigos estaban muy dispersos por el territorio, convoca a los galos de muchos lugares y les invita a saquear aquellas tierras. Así, los eburones fueron sometidos a un brutal y sistemático saqueo por parte de sus propios congéneres. En parte, este saqueo fue una venganza por parte de César, por el asesinato de Sabino y la legión XIV a manos de los eburones. 


Ante esta situación, un contingente de germanos sugambros decide cruzar el Rin. Marchan hacia la zona de Atuátuca, donde se encontraba Cicerón. El ataque les pilló totalmente por sorpresa, y además parte de las tropas había sido envidada fuera para recolectar recursos. Los romanos resistieron como pudieron hasta que finalmente llegaron las tropas que estaban fuera y se abrieron paso por la masa de enemigos hasta el campamento. Una vez ocurrido esto, los sugambros pierden la esperanza y vuelven a cruzar el Rin.

Ambíorix nunca fue capturado. A pesar de que ya no tenía ejército y se hallaba constantemente perseguido. Logró escapar, y con una escolta de cuatro jinetes vagaba sin rumbo, en condición de fugitivo.


De este modo, la Galia de nuevo se encontraba en paz, y las legiones se fueron a su cuarteles de invierno. No obstante, lo más difícil aún estaba por llegar, estén atentos...