viernes, 12 de julio de 2013

Pax Romana

La cuarta y última guerra civil había terminado, ¿y ahora qué? Los romanos estaban ya exhaustos de tantas guerras civiles, que habían causado que el Imperio contara con unas 60 legiones en total, un ejército totalmente sobredimensionado, que consumía las arcas de la República. Octavio decidió licenciar a los soldados más veteranos, quedándose al final con 28 legiones, que eran las siguientes:


I Augusta, II Augusta, III Augusta, III Cyrenaica, III Gallica, IV Macedonica, IV Scythica, V Macedonica, V Alaudae, VI Ferrata, VI Victrix, VII Macedonica, VIII Augusta, IX Hispana, X Fretensis, X Gemina, XI, XII Fulminata, XIII Gemina, XIV Gemina, XV Apollinaris, XVI Gallica, XVII, XVIII, XIX, XX Valeria Victrix, XXI Rapax y XXII Deitoriana.

Octavio mantuvo sus poderes extraordinarios hasta el año 27 a.C. Fecha en la que formalmente devolvió el poder al Senado de Roma. Pero éste, reafirmó los poderes de Octavio, fue renombrado Augusto y Princeps de la República. Durante su reinado, Augusto mantuvo una especie de ficción de que la República continuaba, a pesar de que él mantenía el poder absoluto. Las magistraturas republicanas seguían eligiéndose cada año. Lo cierto es que históricamente hablando, se considera que la República acabó ese año, el 27 a.C.

Augusto se propuso establecer una paz duradera, conocida como la Pax Augusta o Pax Romana, que era un periodo de paz, donde los romanos no debían volver a soportar los avatares de una nueva guerra civil o invasión extranjera. Para ello, Augusto debía pacificar las fronteras del Imperio. Para empezar, logró someter a los cántabros en un conflicto conocido como las guerras cántabras, que duraron desde el 29 a.C. hasta el 19 a.C., completando con ello la conquista de Hispania. También decidió extender las fronteras del Imperio hacia las defensas naturales del eje Rin-Danubio, conquistando Retia, Panonia, Iliria y Nórica, en los Balcanes.



Augusto fue más allá y decidió adentrarse en Germania, extendiendo la frontera del Imperio Romano al río Elba. Pero sus deseos se truncaron las legiones XVII, XVIII y XIX al mando de Publio Quintilio Varo fueron aniquiladas en los bosques de Teutoburgo, en el 9 d.C. Aquella batalla supuso la pérdida de la recién adquirida provincia de Germania, y el establecimiento definitivo de la frontera del Rin, entre romanos y bárbaros.

De esta manera, las fronteras fueron alejándose de Italia, y los ciudadanos romanos obtuvieron su Pax Romana, pero… ¿a qué precio? La muerte de la República. Augusto murió en el año 14 d.C., y nombró como su sucesor a Tiberio, el hijo de su esposa. Tiberio sería el primero de una larga lista de emperadores, que tendrían el título de Princeps, que dominarían durante los próximos siglos aquel floreciente Imperio.


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